Silao, Gto.— La madrugada de este domingo, la violencia volvió a teñir de sangre las calles de Silao. En las colonias Nuevo México, un hombre identificado como Gerardo “N”. fue lesionado por arma de fuego. Aunque sus familiares lograron trasladarlo por medios propios al Hospital General, más tarde se confirmó su fallecimiento.
Sobre este hecho, existen al menos dos versiones. Una de ellas señala que Gerardo fue víctima colateral de una riña campal que se desató en la zona, mientras que otra apunta a que se trató de un ataque directo en su contra. Será responsabilidad de las autoridades competentes esclarecer la mecánica de los hechos y determinar la verdad detrás de este lamentable suceso.
Este nuevo acto violento no es un caso aislado, sino parte de una creciente ola de inseguridad que ha golpeado con fuerza a distintos sectores del municipio, en especial a las colonias consideradas desde hace años como “puntos rojos”. Riñas, enfrentamientos y delitos de alto impacto continúan en aumento, mientras la autoridad municipal parece más enfocada en discursos y simulaciones que en acciones concretas.
Durante su campaña, la actual alcaldesa hizo múltiples promesas relacionadas con el fortalecimiento de la seguridad. Incluso recientemente presumió la entrega de patrullas nuevas y un camión especial para contener riñas campales. Sin embargo, la realidad dista mucho del discurso oficial: ni las nuevas unidades ni los supuestos operativos han logrado contener el clima de violencia que se vive diariamente.
Las promesas de campaña quedaron en papel mojado. A la fecha, no hay resultados tangibles ni estrategias claras para enfrentar la violencia que azota a Silao. La ciudadanía sigue esperando una respuesta seria, mientras el miedo se apodera de las calles y las familias silaoenses lloran la pérdida de seres queridos en medio de un abandono institucional evidente.
La administración actual le ha fallado a los ciudadanos. El tiempo de las excusas terminó: la gente exige resultados, no más promesas vacías.